Cómo Elegir una Fuente de Alimentación
Una fuente de alimentación o PSU es la pieza de un ordenador encargada de suministrar la energía necesaria al resto de las piezas para su correcto funcionamiento. Para elegir una fuente de alimentación deberemos de tener en cuenta en primera instancia de que es lo que necesitamos y, en segundo lugar, las características de la propia fuente de alimentación.
Calcular la potencia necesaria
Antes de elegir nuestra fuente de alimentación, deberemos tener en cuenta qué es lo que necesitamos, para ello fijarnos en primer lugar en la cantidad de potencia que necesita.
Para esto, en primer lugar, hay que contar con la potencia necesaria para suministrar energía a la tarjeta gráfica. La cantidad vendrá indicada en las características o en el manual de la GPU. Si no disponemos de este dato, al menos deberemos contar con unos 250 a 450W en función de la gama de la que dispongamos.
En segundo lugar, hay que contar con la potencia necesaria para el procesador y la refrigeración que disponemos, para un procesador necesitaremos desde 55w a 120W en función de la gama y núcleos que disponga. Para la refrigeración, si es un disipador sobre unos 2W o unos 10W para una refrigeración líquida. Reservaremos una media de 5W para cada ventilador.
Por último, contaremos con unos 100W para la placa base y el resto de periféricos que se conecten a ella. A este número final, reservaremos otros 100W por si los cálculos no han sido exactos. Para la elección de una fuente de alimentación, es preferible que sobre un poco antes que tener la cantidad exacta ya que, si falta energía, el procesador puede ralentizarse o el ordenador puede apagarse o reiniciarse sin previo aviso.
Características de una fuente de alimentación
Las características más esenciales para elegir una fuente de alimentación son:
Cables o conexiones
El apartado más importante que debemos tener en cuenta es la cantidad de conexiones que necesitaremos para todos los componentes. En primer lugar, contabilizaremos la cantidad de conectores SATA necesarios para las unidades de almacenamiento o lectura. En segundo lugar, contaremos con la cantidad de conectores necesarios para la tarjeta gráfica llamados conectores de poder PCI-e. Por otra parte, encontramos la cantidad de conectores periferiales, estos están reservados para los ventiladores y por último tanto el conector de 20+4 pines general y el conector de alimentación de la CPU que sería o 4 o 4+4 pines.
Para el cableado de las fuentes de alimentación podemos encontrar 3 tipos:
Fuente de Alimentación fija: La cantidad de conectores ya está delimitado, los cables no se pueden añadir o desconectar. Estas suelen ser las más económicas.
Fuente de Alimentación Semi-Modular: Dispone de cables que se pueden conectar o desconectar según lo necesitemos y por otra parte, dispone de cables fijos como son el conector de la CPU y el conector de 20+4.
Fuente de Alimentación Modular: Como tercera opción, encontraremos un cableado que se puede desconectar o conectar según nuestro interés. Esta opción es bastante práctica para hacer un montaje minimalista.
Eficiencia energética
La eficiencia energética es la capacidad que tiene una fuente de alimentación de suministrar y repartir eficientemente la potencia necesaria para el funcionamiento del equipo sin derrochar energía de más. Al contrario de lo que se cree, la calidad de una fuente de alimentación, no depende de la eficiencia energética o las aprobaciones reguladoras 80 plus. Este estándar solo repercute como decimos a la eficiencia y a evitar gastar más potencia para el correcto funcionamiento del equipo.
Las certificaciones energéticas más comunes en una fuente de alimentación son:
- 80+ White, con una eficiencia de 85% (de cada 100W estaremos usando 85W)
- 80+ Bronze, con una eficiencia de 88% (de cada 100W estaremos usando 88W)
- 80+ Silver, con una eficiencia de 90% (de cada 100W estaremos usando 90W)
- 80+ Gold, con una eficiencia de 92% (de cada 100W estaremos usando 92W)
- 80+ Platinum, con una eficiencia de 94% (de cada 100W estaremos usando 94W)
- 80+ Titanium, con una eficiencia de 96% (de cada 100W estaremos usando 96W)
