Esencialmente en los inicios de los ordenadores personales, lo mínimo necesario que debía tener una caja era, un espacio donde encerrar las piezas y un botón para encender y apagar el equipo. Por suerte, con el paso de los tiempos, las exigencias de los usuarios hacen de este componente una de las claves necesarias para montar un equipo de éxito.
El primer problema que tuvo esta pieza fue la estandarización, pensar que debería de llevar, en que tamaño y cuanta cantidad era un problema que debía regularizarse con la llegada de las torres AT y baby AT, una estandarización en placas base que dio por fin un orden y duró 10 años. En 1995 comenzó a cambiar este estándar a la versión actual ATX, esta fue una modificación que hizo volver a cambiar el patrón de las torres y semitorres.
En la actualidad, las cajas tienen varios factores que deberíamos de tener en cuenta antes de decidirnos por alguna, como pueden ser el diseño, la capacidad, el factor de forma, la conectividad, el enfriamiento, los materiales y la estética.
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