Consejos para elegir nuestro disco SSD o HDD

Tips para elegir SSD y HDD

Introducción

Buenas, en esta ocasión vamos a daros algunos tips, consejos y ayudas que os vendrá bien a la hora de elegir la mejor configuración que se adapte a vuestras necesidades de almacenamiento. Por decirlo de alguna forma serían configuraciones básicas y comunes que debéis conocer y a partir de aquí, podréis ir haciendo vuestros cálculos y modificaciones.

Para comenzar, vamos a repasar por encima qué unidades de almacenamiento podemos encontrar actualmente en el mercado y saber cuáles son sus características principales. Si con esta información no os queda suficientemente claro, podéis echar mano de nuestra guía de almacenamiento actual para conocer mejor estos tipos de dispositivos.

Tipos de unidad de almacenamiento

Unidad mecánica (HDD)

En primer lugar y como ya conoceréis, tenemos la unidad HDD común. Es una unidad mecánica accionada por un rotor y unas lentes que van leyendo la información.

La característica de estas es sin duda su coste por MB, ya que tiene un bajo coste y gran capacidad.

Su punto débil sin duda esta en que al tener piezas mecánicas son mas propensas a roturas por golpes, movimientos brusco o desgaste por uso prologando y su velocidad limitada.

Unidad Sólida (SSD)

Con la llegada del SSD Nand, los problemas de velocidad se redujeron drásticamente, ya que su estructura y sus tipos de conexión diferente le otorgan una mayor velocidad de lecturas y escrituras, viéndose por otra parte, encarecido el precio por la complejidad de su fabricación.

En esta variedad tenemos 2 vertientes diferente en función del tamaño que pueden ser en tamaño de 2.5" y M.2. Cada uno de ellos tiene una conexión diferente. En el caso de los de 2.5 usan el standard SATA III. Para el formato M.2 se usa conexión directa a la placa a través de SATA o PCIe.

Memoria Sólida Optane

Otra opción de almacenamiento son las memorias Optane SSD que básicamente sería como una mezcla de memorias RAM y almacenamiento. En muy resumidas cuentas es una memoria caché extra para nuestro equipo (la caché dicha de una forma muy simple es como si tuviéramos un gran cajón con la ropa que más usamos y nos gusta, preparada para no tener que buscar en todo nuestro armario). Este tipo de memoria es menos común pero, ofrece muy buenos resultados si se combina con un HDD para ganar velocidad y espacio.

¿Puedes instalar un SSD en tu PC?

Una vez conozcamos nuestras opciones, lo primero que tenemos que saber es, si es un pc o un portátil, ya que en los portátiles tenemos una limitación por el espacio, después de esto tan evidente, tenemos que saber cuál es nuestra placa base, para ello buscad el manual de vuestra placa base (enterrado en el último cajón de nuestra casa normalmente).

 

Una vez lo tengamos podremos ver el nombre completo de nuestra placa, nuestro chipset y también saber las conexiones de las que disponemos para conectarlo. Un dato importante a la hora de comprar una unidad SSD es, que no todas valen con nuestra placa base y deberemos de tener en cuenta esto en algunas ocasiones para un óptimo funcionamiento (siempre funcionarán, pero si es totalmente compatible aprovecharéis su rendimiento). La mejor forma de saber si es compatible o no es dirigiéndose a la web del fabricante (este problema es para las memorias M.2 sobre todo.)

Otro dato importante como comentábamos, es el tipo de conexión de los que disponemos y la cantidad en nuestro equipo. No tiene sentido que compremos 3 disco duros SATA y solo tengamos 1 conexión.

 

En cuanto a la conexión personalmente os diré que siempre que podáis, utilicéis la M.2 con su conexión PCI-E de alta velocidad, pero no todos cuentan siempre con una placa base con este conector, (en su defecto la podéis conectar al conector de PCI-E común). Para los menos afortunados, la conexión SATA en un SSD sigue siendo mejor que nada y mejor que un HDD conectado a SATA con la misma velocidad de lectura.

Tipo de configuración según el uso

Ahora toca un poco de reflexión ¿Qué uso le vamos a dar principalmente?

 

Para un uso casual de archivos personales, la opción más económica es sin duda comprar una segunda unidad de almacenamiento de SSD con conexión SATA de poco tamaño 128/500 GB con conexión SATA III.  De este modo podemos tener la mayoría de nuestros archivos personales en el HDD dejando en el SSD la instalación de Windows y si nos sobra espacio las aplicaciones más utilizadas. Así tendríamos un equipo que inicie rápido y además sea capaz de abrir nuestras aplicaciones como el navegador a una velocidad aceptable.

Para el trabajo con archivos de gran tamaño como renderización de vídeos, la mejor opción es la compra de 2 unidades SSD PCI-E de un tamaño similar, de esta forma además de poder usarlas por separado para diferentes utilidades y separar nuestro trabajo. Siempre tendremos la opción de clonación como copia de seguridad o el uso de una única SSD PCI-E de gran calidad para evitar el sobrecalentamiento y desgaste.

Debéis tener en cuenta que este tipo de configuraciones son una ayuda a la hora de elegir vuestra composición de una forma práctica sin gastar de más pero siempre podéis mezclar este tipo de configuraciones de almacenamiento que mejor se adapte a vuestro ritmo de trabajo e interfaces.

 

Si tenéis alguna duda sobre la mejor elección para la configuración de almacenamiento siempre podéis preguntar a nuestros especialistas a través de la sección contáctenos o nuestro chat online. Un saludo y hasta la próxima.

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